¿Sabías que una buena alimentación puede convertirse en tu gran
aliada para descansar bien? No solo te ayudará a hacer una mejor
digestión, sino a que tu organismo logre conciliar mejor el sueño y a
dormir de una manera relajada y profunda. Y es que la cena es especialmente importante a la hora de facilitar o dificultar el sueño.
¿Quieres saber algunos consejos para las cenas? ¡Vamos a ello!
¿Cómo y cuándo deben ser las cenas?
Es fundamental el tiempo que damos a nuestro organismo para hacer una correcta digestión antes de ir a dormir. Lo ideal es cenar pronto, unas 2 horas antes de acostarnos. La digestión y el dormir son dos grandes procesos, mejor darles a cada uno su espacio para que se lleven a cabo correctamente.
Recuerda: a una cena copiosa seguro que le sigue una digestión pesada. Así que… iNo conviene ir a dormir con el estómago lleno! Para
algunas personas puede ser dificultoso realizar la digestión a la hora
de acostarse, ya que el proceso digestivo se queda a medias.
Es típico de una mala digestión nocturna sentirse hinchados y un molesto dolor lumbar al levantarse, además de pasar una noche con pesadillas y sueños inquietos.
¿Qué pasa si no ceno?
Si por lo que sea se te ha hecho tarde y ya es una hora muy avanzada como para cenar, no cometas el error de no probar bocado. Puedes optar por alimentos más ligeros, como sopas, cremas de verduras o una tostada con algo suave. Bajo ningún punto de vista vayas a dormir con el estómago vacío.
Dormir sintiendo hambre afecta a nuestro sueño debido a que nuestro cerebro se mantiene en un estado de alerta, y el descanso no se produce de manera profunda.
Una buena cena saludable
Como hemos dicho antes, hay que evitar las comidas copiosas, además de las grasas. Afíliate a las verduras, y por la noche, mejor cocinadas que crudas
Trata
de no tomar legumbres por la noche. Mucho mejor tomar carbohidratos
suaves fáciles de digerir como la quinoa, calabaza, patata o boniato.
Si vas a comer proteína animal, que sea poco y preferiblemente pescado o ave. Las carnes rojas no son la mejor opción ya que tardan mucho en digerirse.
Como consejo final, te recomiendo desechar cualquier alimento en general que implique una digestión pesada ya que nuestro cuerpo tardará mucho más tiempo en asimilar la cena y tendremos menos tiempo para descansar.
(Y por cierto, el yogur no es una cena ligera. Al ser de naturaleza fría y húmeda, puede bloquear el fuego digestivo y las mucosas) .
Espero que con estos sencillos consejos te ayudemos en conseguir un mejor descanso. ¡Pruébalo!, seguro que tu cuerpo te lo agradece al día siguiente con un mayor dinamismo y energía.
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Feliz descanso.
Teresa Llisterri. Experta en nutrición integrativa y hábitos saludables.
@teresallisterri_nutricionsalud
Glosario: La digestión es el proceso por el cual un alimento es transformado en una
sustancia que el organismo asimila. El tiempo medio del proceso digestivo
se encuentra alrededor de unas 2 horas en alimentos líquidos y
carbohidratados, y en unas 3 o 4 horas en sustancias proteicas y grasas. Carbohidratos: Existen dos tipos principales de carbohidratos. Los
azúcares (como los que están en la leche, fruta y azúcar entre otros)
y los almidones, que se encuentran en los cereales, arroz, panes y pastas
entre muchos otros. Las proteínas de origen animal se encuentran en lácteos, todo tipo de
carnes, huevos, pescados y mariscos. Los alimentos de origen animal tienen
colesterol HDL (conocido como colesterol bueno), retinol, vitamina D y B12. Las carnes rojas puede ser de vacuno -ternera, vaca, buey, toro-, de caza
-jabalí, liebre, perdiz-, o vísceras -hígado, riñones-. El pollo, el pavo
y el conejo se consideran carne blanca. El descanso es un estado en el que se reduce la actividad tanto física como
mental, una situación en la que la persona se encuentra mentalmente
relajada, libre de ansiedad y físicamente calmada.